¿Cuál es la situación de la salud mental en el Perú?
4 millones de peruanos sufren de
alguna enfermedad mental y el 80% no son atendidos
Milagros Sánchez
Llegamos a la sala de espera, que más parecía el
estadio nacional cada vez que juega Perú, abarrotada de personas esperando su
turno, algunas miraban fijamente las pantallas de televisión, mientras otras
llamaban a la señora de los dulces para saciar su antojo. Las enfermeras iban y
venían, los doctores se hacían esperar y la multitud seguía llegando tras el
pasar de las horas.
Así es un día normal en la sala de espera del Hospital
Hermilio Valdizán, uno de los principales hospitales especializados en el
cuidado de la salud mental.
Actualmente solo en Lima existen 3 establecimientos
especializados en salud mental, estos son: el Hospital Víctor Larco Herrera, el
Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo-Noguchi y el Hospital
Hermilio Valdizán.
Mientras que en otras partes del Perú aunque no son
especializados estos establecimientos cumplen con atender a los pacientes con
algún trastorno mental como el Centro de reposo San Juan de Dios, el Hospital
Honorio Delgado de Arequipa, el Hospital Departamental de Ica, el Hospital
Domingo Olavegoya de Jauja y el Hospital Regional Docente de Trujillo.
La falta de establecimientos especializados refleja la
poca importancia del gobierno hacia la problemática de salud mental y de la
misma población que no exige sus derechos.
¿Quién es la entidad
que se encarga de atender los problemas de salud mental?
El Ministerio de Salud (Minsa) es la principal entidad
encargada de velar por la salud en general en nuestro país.
¿Pero exactamente que hace por la salud mental?
El Minsa durante los días 8, 9 y 10 de noviembre organizó el encuentro “Experiencias en la
implementación de la reforma de la atención en salud mental en América Latina e
Iberoamérica: retos y alternativas”. En esta reunión participaron países como
Chile, Brasil, Colombia, España y EE.UU para discutir sobre la reforma en salud
mental que en varios países se necesita debido a la ineficaz acción de los
gobiernos y de la misma sociedad.
Parte de esta reforma se basará en acabar con el
internamiento de pacientes y atenderlos en un ambiente parecido a un hogar que
vendrían a ser los centros comunitarios -que tocaremos más adelante- para que
las personas no pierdan contacto con su comunidad, manteniendo un sistema
inclusivo. Para esto, tanto pacientes como profesionales deben unirse y aceptar
la reforma para mejorar la atención en salud mental.
Además el Ministerio de Salud ha implementado una red
de Centros de Salud Mental Comunitarios contando con 30 en varias regiones del
país como La Libertad (5), Lambayeque (1), Piura (3), Ayacucho (2), Moquegua
(2), Arequipa (6), Lima y Callao (10) y Huancavelica (1). Para fin de año, el
objetivo del Minsa será inaugurar 35
centros que atenderán a más de un millón
de personas a nivel nacional y para el 2021 proyectan tener 180 centros de
salud mental comunitario.
Estadísticas en
crecimiento
La encuesta del Instituto de Análisis y Comunicación
“Integración” realizada en el 2016, muestra que 4 millones de peruanos sufren
de alguna enfermedad mental y desafortunadamente el 80% no son atendidos.
Según estadísticas del Hospital Hermilio Valdizán, en
el 2016 acudieron 82,399 personas a una consulta externa (atenciones médicas
psiquiátricas). Sin embargo, en el primer semestre del 2017, ya se han registrado
45,532 pacientes, estos números estadísticos ponen en evidencia que el problema
de salud mental está en aumento y debemos hacer algo para que no continúe
creciendo. Las principales enfermedades
atendidas en Hermilio Valdizán de acuerdo a este año son: la esquizofrenia con
12,368 casos, los trastornos de ansiedad
con 6,271 casos y la depresión con 4,700
casos.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI),
de acuerdo al informe preliminar del 2016, revela que las mujeres y hombres
entre 25 y 49 años son los que más sufren por algún trastorno mental.
Luchemos contra los
prejuicios
Según la Defensoría del Pueblo, los prejuicios
sociales y la desinformación respecto a las causas y tratamientos de los
problemas de salud mental han motivado al resto de la sociedad a considerar
estos trastornos como incurables, y a ver a quienes los presentan como personas
peligrosas, que no pueden convivir con los demás. Las personas con trastornos
mentales son un grupo especialmente vulnerable debido a la falta de
reconocimiento como sujetos de derechos y a la estigmatización con que se las
señala.
“La situación
de la salud mental en nuestro país está llena de enigmas, ni el Estado ni la
población desean tocar el tema a fondo. El Minsa hace estrategias solamente para
llenar datos, pero no se maneja el enigma. Solo la educación puede cambiar la
desinformación, deberían hacerse campañas de sensibilización nacionales en
colegios. Se debe empezar dentro del mismo ministerio” señalo la psiquiatra del
Hospital Hermilio Valdizán Mariana Caro Vargas.
Según la encuesta de integración, el 46% de peruanos
no se sentirían a gusto trabajando con alguien que padece de una enfermedad
mental, un 57% no se casaría con alguien que tiene alguna patología psicológica
y el 75% no aceptaría que una persona en
estas condiciones trabajase en un cargo público.
Esto nos da una clara percepción sobre la gran carga
que conlleva tener una enfermedad mental en nuestro país y la poca comprensión
que tiene la población ante estas personas
que padecen estas enfermedades.
El SIS, una fuente de
ayuda
Según información dada por el Seguro Integral de Salud
(SIS), en el año 2016 se atendieron 427 mil 853 casos por diagnósticos
relacionados a los diferentes trastornos mentales. En los primeros meses del
2017, las cifras alcanzaron los 235 mil
036 casos de personas que han sido
atendidas gracias al SIS.
En el ránking de enfermedades mentales realizado por
el SIS entre el 2016 y 2017: en los primeros lugares se encuentran los
trastornos neuróticos, trastornos relacionados al estrés y trastornos
somatomorfos(210,997), trastornos del humor afectivos (164 782), trastornos del
desarrollo y la niñez (117 271), esquizofrenia, trastornos esquizotípicos y
trastornos delirantes (37 497).
¿Cuánto dinero aporta el SIS a las unidades ejecutoras
del Minsa?
El SIS hace transferencias financieras a todas las
unidades ejecutoras del Minsa. Hasta la fecha el Hospital Hermilio Valdizán ha
recibido un total de S/. 5’034,725.00, el Hospital Víctor Larco Herrera,
S/.4’166,793.00, mientras que el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio
Delgado Hideyo- Noguchi, S/.3’327,629.00.
Solo en el 2015, el SIS transfirió S/13. 145,775
logrando más de 139 380 prestaciones a afiliados con alguna enfermedad mental.
Esta institución ha sido de mucha ayuda para las
personas de bajo recursos económicos ya que su afiliación es completamente
gratuita y les permite acceder a medicamentos y atenciones médicas.
¿Y el Estado?
El Estado también tiene una parte fundamental en este
tema, todos los gobiernos, el presidente, los congresistas deben hacer algo, un
avance es el reciente proyecto de ley general de salud mental presentada por el
congresista Yonhy Lescano Ancieta en el 2016, el objetivo de este proyecto es
garantizar el derecho a la salud mental, reconocer y proteger los derechos de
las personas con enfermedades mentales, así como la promoción y prevención de
los problemas de salud mental.
Una lucha constante
Cecilia Maldonado, de 56 años, ha sido una paciente
del hospital Hermilio Valdizán por más de 20 años, en el transcurso de su vida
ha tenido que pasar por miles de batallas para llegar a donde está. Se marchó
de la casa de sus padres al cumplir los 15 años, ya que no soportaba el
maltrato constante de su padre, quien la golpeaba e insultaba todas las noches
cuando llegaba borracho a su casa.
“Mi mamá no decía nada, estaba petrificada con miedo
al igual que yo, no la culpo, pero quisiera que me hubiera ayudado cuando mi
papá me pegaba y abusaba de mi, él era un monstruo” me decía entre lágrimas.
La enfermedad que padece es producto de esas
situaciones de terror vividas por Cecilia a muy temprana edad. En ella sentía
que algo estaba mal y es cuando decide ir al hospital, es ahí donde le
diagnosticaron depresión.
Con la ayuda de su novio y ahora esposo empezó su
tratamiento, aunque siempre hubieron recaídas nunca se rindió y aprendió a
convivir con su enfermedad. Una de las recaídas más fuertes fue en un viaje,
entre peleas y discusiones con su pareja Cecilia decidió morir al tomarse 50
pastillas dadas por su médico. “Siempre tuve miedo de no volver a despertarme
cuando tomé esas pastillas” comentó
Lograron salvarle la vida y luego de lo sucedido
rápidamente ella y su esposo regresaron a casa. Cecilia se sentía insegura de
hablar abiertamente de su enfermedad con su esposo, pero al final fue lo mejor
que pudo hacer. “Él es un ángel, me cuida como nadie, estoy tan agradecida a la
vida por mi esposo, me apoya incondicionalmente y eso es lo que me mantiene
viva” afirmaba
Es una lucha constante la que viven personas como
Cecilia que tienen enfermedades mentales, no les neguemos una buena vida a
estas personas, ayudemos a concientizar sobre los problemas de salud mental,
ellos no se dan por vencidos porque nosotros sí.
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