Hola, tengo esquizofrenia.
EDITORIAL
Cambiemos nuestra forma de
ver a las personas con enfermedades mentales
En una
sociedad que critica cada uno de nuestros pasos, ¿te atreverías a decir que
tienes esquizofrenia?
Seguro tu respuesta más rápida será, no. Pero,
¿por qué sucede esto? No debería ser
normal sufrir estos males, acaso sufrir gripe es más normal que sufrir
trastorno bipolar. Como decía mi abuela, la ignorancia es atrevida y le doy
toda la razón, nuestra ignorancia hace que discriminemos a las personas que
sufren cualquier tipo de trastorno mental. Los llamamos locos y cuando vemos a
alguien que tiene estas enfermedades nos alejamos y no queremos acercarnos como
si nos fueran a hacer daño. Nos olvidamos que ellos también tienen derechos al
igual que todos. Derecho a ser tratados con respeto, sin mirarlos de mala
manera, sin discriminar.
No
esperemos a tener un familiar con alguna enfermedad mental para recién darnos
cuenta el mal que estamos haciendo como sociedad que en lugar de ayudarnos entre
nosotros mismos, nos criticamos a nuestras espaldas y nos señalamos con un
dedo.
Muchas
veces debido al miedo al qué dirán las personas tardan en pedir ayuda
profesional o son diagnosticados de forma errónea. Esto perjudica no solo a la
persona con esquizofrenia o con otro tipo de enfermedad mental sino también a los
demás. Nos desvaloriza, hace que nos volvamos ciegos al sufrimiento ajeno.
Según el
Ministerio de Salud, actualmente en el país de cada 100 personas, 20 sufre un
trastorno mental y la brecha de atención indica que de cada 10 peruanos solo 2
reciben algún tipo de atención.
Las personas que conviven día a día con una enfermedad
mental no la pasan nada bien, luchan por seguir adelante a pesar de no sentirse
bien, a pesar de los prejuicios, a pesar de la falta de atención por parte de
las autoridades, a pesar de los maltratos y principalmente a pesar de batallar
consigo mismos y con sus familias.
Tenemos que cambiar la forma en la que vemos a estas
personas valientes, porque sí se necesita valentía para decir, -pongámoslo como
ejemplo- tengo esquizofrenia y qué.
La estigmatización ante estas enfermedades es todavía una
triste realidad y tenemos la obligación de parar con esto por el bien de todos.
Luchemos juntos para que estas personas que también tienen sueños puedan
sentirse incluidos en la sociedad y puedan tener acceso a una vivienda, un
empleo, a tener una familia, a una mejor vida.
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